
Las segundas partes nunca fueron buenas.
del milagro
milagro del que
que lo contempla
y se da cuenta
cuenta que
que él
él es
es también
también parte
del milagro
de la muerte
muerte del que
que la contempla
y se da cuenta
cuenta que
que él
él es
es también
también parte
de la muerte
del milagro
 Estaba con el agua de mar manchada de río hasta la cintura. Hacía calor y el sol flotaba en su propio océano sin nubes. Tendría unos 14 años. Hacía vasija con las palmas y lanzaba el agua para arriba. El líquido brillante subía y se desdibujaba en el aire para volver como un puñado de perlas. Apenas si podía fijar la vista en las formas y en las gotas, caían demasiado rápido.
Estaba con el agua de mar manchada de río hasta la cintura. Hacía calor y el sol flotaba en su propio océano sin nubes. Tendría unos 14 años. Hacía vasija con las palmas y lanzaba el agua para arriba. El líquido brillante subía y se desdibujaba en el aire para volver como un puñado de perlas. Apenas si podía fijar la vista en las formas y en las gotas, caían demasiado rápido. 
Pasó la mayor parte de su vida abriendo mujeres-puerta.
Ahora lo único que le queda,
marcos vacíos
de habitaciones silenciosas.
Gota de Lluvia Cuarenta y Tres,
te amoooo!
Cuando llueve -como ahora- abro la ventana para que el sonido de la lluvia inunde mi habitación.
Entonces
me duermo,
pensando que
tal vez,
algún un día,
entienda el lenguaje del cielo.