"La inocencia sexual no es aquella que tiene un niño. El chico no es sexualmente inocente, es sexualmente
ignorante. Su desconocimiento es total.
La inocencia se define como "Estado del alma limpia de culpa" y, gracias a las grandes y prehistóricas corrientes de pensamiento, el sexo viene acompañado por remordimiento, perseguido, limitado, acusado por la moral que se arrastra entre las generaciones. Impregnado con ese olor a claustro y esa tendencia a pensar en términos de carne y debilidad.
Por lo tanto es muy común ver como se tilda de inocentes sólo a aquellos que desconocen el sexo.
Es necesario reconocer que la fuerza primaria de la humanidad radica en el sexo. La deformación y represión de esta energía es la causa raíz de muchísimos problemas que afectan a las sociedades y a los individuos que las conforman..."