26 de noviembre de 2008

19 de noviembre de 2008

Poema

Les dejo este poema, para que lo lean y se lo lleven a donde crean necesario.
Lo escribí hace un tiempo con-sideral (26-08-2008), en otro lugar y momento,

actualmente estoy en plena condensación y,
por si fuera poco, estoy rodeado de parciales.

Todavía no tiene nombre (escucho propuestas).








Volcar las palabras
como manos en un cuerpo
TUS MANOS EN MI CUERPO:
así empieza.

Rozar el papel con cada letra
como manos en un cuerpo
MIS MANOS EN TU CUERPO:
así continúa.

Abrir cada verso
como bocas en un cuerpo
TU BOCA EN MI CUERPO:
así acaba.






13 de noviembre de 2008

¡Aquí y ahora muchach@s!


–¡Aquí y ahora, muchachos! –repitió el pájaro una vez más, y bajó aleteando de su percha en el árbol muerto y se posó en el hombro de la niña. Esta peló otra banana, entregó dos tercios a Will y ofreció el resto al mynah. –¿El pájaro es tuyo? –preguntó Will. Ella meneó la cabeza. –Los mynah son como la luz eléctrica –declaró–. No pertenecen a nadie. –¿Por qué dice esas cosas? –Porque alguien se las enseñó –respondió la chiquilla con paciencia. ¡Qué burro!, parecía insinuar su tono. –¿Pero por qué le enseñan esas cosas? ¿Por qué "Atención"? ¿Por qué "Ahora y aquí"? –Bien... –Buscó las palabras correctas para explicar lo evidente a ese extraño imbécil.– Eso es lo que uno siempre ¿olvida, ¿no es así? Quiero decir, uno olvida de prestar atención a lo que sucede. Y eso equivale a no estar ahora y aquí. –Y los mynah vuelan de un lado a otro recordándolo... ¿es eso? La niña asintió. Por supuesto, era eso.
fragmento de La Isla, de Aldous Huxley

Si comparáramos nuestro pensamiento/diálogo interno con una linterna y a nuestra vida con un camino, podríamos decir que estaríamos constantemente alumbrando a lejos, para atrás, para delante y para los costados. Muy pocas veces pasaría la luz por nuestros pies. Muy pocas veces sabríamos donde estamos parados.
  1. ¿Cuántas veces comemos mirando televisión, charlando o haciendo cualquier otra cosa menos prestar atención a la comida o a cómo se llena nuestro cuerpo con ella? ¿Atracón, alguno?
  2. ¿Cuántas veces caminamos y caminamos sin prestar ninguna atención a lo que pasa alrededor?
  3. ¿Cuántas veces escuchamos música sin escucharla?
  4. ¿Cuántas veces cojemos en piloto automático? O peor, ¿Cuántas veces nos tocamos en piloto automático?
  5. ¿Cuántas páginas leímos sin darnos cuenta que estábamos pensando en otra cosa? ¿Cuántas páginas tuvimos que retroceder? ¿Cuántas veces?

No estamos acostumbrados a prestarle atención al cuerpo, al presente, al ahora.

Por ejemplo, mientras leés esto:
¿Sos consciente de que probablemente estés sentado en una posición incómoda?
o ¿Te diste cuenta de que tenés sed?
o ¿No tenés ganas de ir al baño desde hace un rato ya?
(Sospecho que alguna de las tres te tocó)

No es nuestra culpa, nadie nos enseñó a prestar atención. Al contrario, nos enseñan a distraernos, a poner la atención en algo externo, en algo efímero.

Happiness is your nature.
It is not wrong to desire it.
What is wrong is seeking it outside
when it is inside.

Sri Ramana Maharshi


Hace tres días que voy a comer bajo algún árbol de Puerto Madero. Los días acompañaron, fueron soleados y no excesivamente calurosos.
En estos tres días traté de prestar atención. Recién el tercer día comí despacio, sintiendo como la comida se transformaba a medida que la masticaba. Sentí como bajaba y llenaba lenta pero inexorablemente mi estómago. Sentí el calor del sol entre las motas de sombra del árbol y sentí la brisa estimulando los pelos de mis brazos, y de mi cabeza.
Una vez satisfecho me quedé sentado, observando algún pájaro ocasional, alguna que otra mujer hermosa, descansando, disfrutando de mi hora de almuerzo como si estuviera de vacaciones (es ridículo, porque en esa hora estoy de vacaciones, pero como es una pequeña isla en la jornada laboral, uno no la toma como tal).
Pensé en las veces que comí frente a un monitor, en las veces que nos perdemos en mundos paralelos, que nos alejan sin que nos demos cuenta, de nosotros.


–En Pala –explicó ella volviéndose hacia Will– no decimos las gracias antes de la comida. La decimos con la comida. O más bien no la decimos; la masticamos.
–¿La mastican?
–La bendición de la mesa es el primer bocado de cada plato... mascado una y otra vez hasta que no queda nada. Y mientras se masca se presta atención al sabor de la comida, a su consistencia y temperatura, a las presiones de los dientes y las sensaciones de los músculos de la mandíbula.
–Y entretanto, supongo, ¿agradecen al Iluminado, o a Siva, o a quien sea?
Shanta meneó la cabeza con énfasis.
–Eso le distraería la atención, y la atención es lo principal. Atención a la experiencia de algo recibido, de algo que uno no ha inventado. No al recuerdo de una fórmula verbal dirigida a alguien que sólo existe en la imaginación. –Miró a los que estaban sentados en torno de la mesa.– ¿Empezamos?

fragmento de La Isla, de Aldous Huxley


Estar en el ahora es encender todos los sentidos.



¡Aquí y ahora, muchach@s!
¡Aquí y ahora!







¡Atención!

Leí una nota, y no puedo dejar de advertirles, no puedo dejar que pase desapercibido, sencillamente no puedo:

Los argentinos que realizan una búsqueda online sobre figuras públicas como Diego Maradona o la jueza federal María Servini de Cubría tal vez se sorprendan por los resultados que encuentran -o mejor dicho- que no encuentran. La corte ha dado órdenes para restringir las búsquedas de más de cien personas a través de los buscadores YAHOO y GOOGLE.
Repentinamente, millones de resultados de búsqueda han sido silenciados.



¡Atención, atención, atención!


Nota completa (en inglés) aquí.


11 de noviembre de 2008

Un entremés




Sólo cuando el último árbol haya muerto
y el último río haya sido envenenado
y el último pez haya sido capturado
vamos a darnos cuenta de que
no podemos comer dinero




3 de noviembre de 2008

Minutos (Cuento SMS 1)




Viajó durante meses hasta
encontrar el último refugio
de la humanidad. Pero se
quedó sólo unos minutos:

Estaba plagado de enemigos.