12 de octubre de 2005

La mano

La iglesia y el sexo van de la mano.
Si, esa mano.
Esa mano que usas para tocarte.
Para matar y robar,
para acariciar y demostrar,
para censurar y contar,
para dibujar y pintar,
para medir y apretar,
para mi y para vos.
Es la misma mano.
¿(no) se dan cuenta?

¿Algún día sentiremos el ruido de la caída?

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