Siempre tenemos la impresión de que los perros son más estúpidos que los gatos. Pero en estado salvaje, o sea, fuera de los cuidados de una familia humana, estos animalitos -los perros- se comportan muy distinto (Saben mirar más allá de sus patas y van a donde quieren ir. Son más fríos, astutos y más independientes.)
En cambio, los gatos se comportan casi siempre igual, ya sean salvajes o criados.
¿Dónde está la diferencia? ¿Por qué cambia tanto el comportamiento de los perros mientras que los gatos no modifican sus mañas?
Consideremos entonces que los perros son mucho más emocionales que los gatos. Por lo tanto pueden establecer vínculos mucho más profundos con los humanos que los crían. Esto los envuelve en una relación inquebrantable. Por otro lado, los gatos siempre mantendrán su distancia e independencia pero nunca sentirán aquella relación simbiótica.
¿Qué prefieren ser, perros o gatos?
2 comentarios:
La verdad no puedo ser “objetiva”, ya que siempre he tenido una profunda infatuación por los felinos, pero aun así no desprecio ni despreciaría nunca la vida de un can. Cada una tiene lo suyo... nada más que a mí me parece más divertida (digamos) la del gato. Creo que cualquier sagitariano te va a decir lo mismo.
;)
Claramente, elegir algo no significa despreciar lo otro.
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